domingo, 4 de septiembre de 2011

Corbata amarilla

Un nudo, un lazo, simple o compuesto,
una hora para atar un trozo de tela,
importante, elegante y salvaje,
dejar caer sobre mi cuerpo ese color,
amarillo y morado, negro ajustado.
Tanto tiempo para hacer y tampoco
para deshacer,
espectacular diría alguien,
sensual y divino piensan otras,
aparecer como de la nada,
y ser el centro de referencia,
que acertada combinación de colores,
para pasar una noche exhuberante.
No importa, perdida entre la ropa,
mañana encontraré la corbata,
el chaleco sigue puesto,
el pelo alborotado,
y ahora sé que acertaste,
que el amarillo no trae mala suerte,
que el amarillo me trajo una noche
de muerte.