Se te clavan como alfileres,
y te retuerces de dolor incluso de placer,
sensaciones indescriptibles notas en tu cuerpo,
y deseas que se queden en tu cuello,
sus deliciosos colmillos presionan tu carne
y comienza a brotar un líquido rojo por tu garganta,
sangre, deliciosa sangre.
sangre, deliciosa sangre.
Te absorben y notas como pierdes la fuerza,
como te invade la debilidad,
como te invade la debilidad,
un muerdo que te provoca ansiedad,
ansiedad de volver a sentirlo.
Desvaneces, y tus párpados caen sin mayor remedio,
ahí en la penumbra de la noche yaces,
tu cuerpo bañado en sangre,
tu cuello marcado en un instante.
Dichoso dolor, no te vayas, quiero mantenerte,
esa excitación violenta,
esa mirada fija y gris antes de palparme,
no quiero renunciar a tus besos de sangre.
Para ti vampiresa.