jueves, 28 de julio de 2011

Dolor indoloro

No duele, esa inyección no duele,
debe ser la única por la que ni siquiera sientes.
Inyéctame, por favor, quiero notarla en mi piel,
ese dolor indoloro que te penetra tan adentro,
que te hace sentir fuerte,
por el que darías un trozo de tu vida,
sin saber cómo sentirlo, sin saber que lleva dentro,
sólo ver la aguja en la mesa de curas,
y pensar que no es para ti,
que no se clavará en tu piel,
lloras y tus lágrimas no vienen por ese dolor,
sino por un dolor indoloro, que jamás
sentirás en tu interior.
Bienvenido al otro mundo.