martes, 2 de agosto de 2011

Imagina...

Y te levantas sin saber cómo en esa cama,
y todo te parece mentira, una locura,
no hay preguntas ni respuestas,
un silencio atronador invade las cuatro paredes.
Sin poder mirarnos, comenzamos a vestirnos,
rápida e instintivamente,
como si el tiempo se fuera a terminar,
como si el oxígeno nos faltara.
Subir al coche,
y poner la música tan alta que ni nuestros
pesamientos se escucharan,
llegar a casa, sentarte en la cama y...
dormir.