miércoles, 31 de agosto de 2011

Atardecer

Sucede cuando menos te lo esperas,
incluso a veces cuando estás inerte pensando en otra cosa,
con la mirada perdida, extraviada dos metros por delante de ti.
Te miras los pies, las manos, te tocas el pelo y te frotas los ojos,
no es posible que esté sucediendo, quien te lo iba a decir,
ahí en ese lugar tan inesperado, fortuito, casual,
pero tan lindo y tan sosegado.

Sucede que cambia el mundo, la gente, los animales....
fenómeno transparente, lleno de color, y de poesía,
ratos inolvidables compartidos con tu amada,
palabras encantadoras que te cautivan en esos momentos.

Sucede que se acercan unos labios,
sucede que las montañas te guiñan un ojo,
sucede que las mariposas se posan en tu hombro,
sucede que se para el tiempo,
el crepúsculo toma tu cuerpo,
y el sol cierra los ojos.