jueves, 4 de agosto de 2011

Dueño de su mar

Ahí, en la cima de lo más alto,
valiente y débil con su bastón de madera,
observa la lucha entre dos mundos,
tierra y cielo se funden en su mar.
Mar de dudas, mar de sentimientos,
sin rostro te identificas y crees que
dominas el universo.
Las tinieblas aparecen ante ti,
y el frío llena tu cuerpo,
apesadumbrado retienes en tu cabeza
esa imagen de grandeza frente a la que tú,
eres un simple mortal,
desvanecerás, morirás y ese mar tuyo
seguirá estando, seguirán pasando lunas
y tu muerte solo será un recuerdo.
Decide, nubes o rocas,
cielo o tierrra,
golpea con tu puño y la tempestad
invadirá tu paisaje,
sino simplemente permanece sin rostro,
quizás así seas difunto de tu mar.