te convence la situación y notas algo inconcebible,
cabeza fría pasando por una fase de surrealismo,
en el que permaneces fluyendo violentamente.
Mirar a tu alrededor como si a nada ni a nadie reconocieras,
temblando por dentro, buscando su mano,
su mirada cómplice que te tranquilice,
que te haga girar tu mundo.
Quizás no consiga superar ese límite en el que
la mente y el corazón no coinciden,
batalla constante intentando sacar el pañuelo blanco,
rendirme ante la tesitura.
Aliada, no abandones la lucha,
sola no puedo con las circunstancias,
superan mi frontera y conquistan mi cabeza,
sujeta nuestro mundo y forja un destino.
Estado: Boca abajo.
