jueves, 12 de abril de 2012

Fuera de juego

De repente esa sensación de soledad te invade,
no existen paredes,
ni tan siquiera gente,
pero escuchas,
sientes ese calor corporal
que te atemoriza.
Cierras los ojos esperando abrirlos y
que solo sea un mal sueño,
levanto los párpados lentamente para darme
cuenta de que sigo sola, abandonada.
El calor se vuelve más intenso,
la piel llora gotas de sudor,
tus manos tiemblan,
y te das cuenta de que estás
fuera de juego.