viernes, 16 de diciembre de 2011

Tiempo

Te espero desde el primer segundo,
desde la primera mirada,
desde el inicio de una frase,
hace 31 años que reniego no conocerte,
tu presencia apareció en mi cuarto,
en mi mente, ante mis ojos,
capté tu olor y quise amarte,
como nunca jamás lo he hecho,
con el alma, con la mirada, con las manos,
a cada instante y en cada suspiro,
así seguidamente, como este escrito,
transparente, nítido y eterno.