miércoles, 18 de abril de 2018

Quién lo iba a imaginar

Admirar, así comenzaba...

y así, admirada, casi sin respiración, perpleja ante la situación más inesperada, esa pregunta que nunca debes hacer, pero tus labios no pueden frenarla, en el momento más resbaladizo de tu vida, y quizás el que te hace caer para luego comenzar a levantarte, quizás más lento de lo que piensas, pero por fin has caído.

Ahora toca barrer las cenizas, abrir los ojos y comenzar a ser valiente, desnudarte por completo, cuerpo y alma, y no volver a pensar, cerrar de una vez aquello que no te deja avanzar, que impide disfrutar de lo que realmente se tiene delante, la VIDA.

No sé lo que tardarás ni lo que vendrá ahora, pero ya está, punto y final, creo que mereces que te perdones, que dejes de martirizarte, que olvides.

Tragar saliva, respirar hondo y trasplantar ese corazón que en el fondo tiene ganas de amar.

Veremos a ver como latimos...