No te había olvidado, simplemente no tocaba.
Encontrar un ratito para pasarlo a solas contigo,
abrir la mente con la llave que encontré en aquel sitio recóndito.
De aquí para allá, y pensando en ti,
en tus letras, en tu portada,
siempre en mi cabeza.
Aquí estoy plasmándote,
con el cuerpo separado de la mente,
pero siendo fuerte e inconsciente,
necesitando de unos segundos para que
mi cabeza absorba cada foto, cada suspiro.
No te había olvidado,
dormías en mi mente.