Como un vuelo sin final aparecen los fantasmas
y no fantasmas en mi vida,
amarrándose a mi cabeza como si de sanguijuelas se trataran.
Cae uno, llega otro, así constantemente,
cansada y perdida en el mundo (o no mundo)
intento respirar y oxigenar la mente, el corazón y los ojos.
"Dormida" no vivo, pero siento,
atada a algo que no se que me da,
pero me ancla a su existencia.
(...Sin estado....)