Me quedaré sentada
en esta orilla,
oculta en el color
de las múltiples pieles
de las horas.
No intentaré cruzar
el mar abierto,
y aunque ahogue el placer
antes del riesgo,
habré ganado el tiempo
de contemplar mejor el horizonte,
de medir fuerzas,
y afinar las coordenadas
que me permitan minimizar
las posibilidades del naufragio.
en esta orilla,
oculta en el color
de las múltiples pieles
de las horas.
No intentaré cruzar
el mar abierto,
y aunque ahogue el placer
antes del riesgo,
habré ganado el tiempo
de contemplar mejor el horizonte,
de medir fuerzas,
y afinar las coordenadas
que me permitan minimizar
las posibilidades del naufragio.