Hoy

Cuando algo no se ajusta y sientes que te aprieta,
cuando comienzas un viaje del que no estás segura,
cuando el viento borra tu camino...
ese es el momento donde me hago fuerte,
por ti, por mi, por quien realmente lo necesita.

Si allí es una hora más yo mantendré mi reloj en tu instante,
sin dejarte sola, tu sombra, tu frío, tu gota.

Trayecto indeterminado pero necesario,
aventura delirante contenida en cada mañana que no se cansa nunca de vernos despertar.

Realmente no importa el camino que escojas.

Eres

Eres el menú del sueño que he tenido cuando me despierto, 

eres el impulso precioso que me ayuda a levantar el cuerpo. 

Diez minutos de silencio, 

de hacer que esté tranquilo y me olvide del tiempo. 

Desayuno de tus besos, noticias de tu pelo, ducha de tus dedos. 

Y en mis horas nacen solas las palabras que disparé. 

Luego tiemblo, se hace eterno, el segundo en que. 

Pestañeo de un segundo, el tiempo que se tarda en entrar en tu mundo. 

Mirada 61, la sábana se abre haciendo de saludo. 

Despacito a tu desnudo, 

con sólo una sonrisa ya me dejas mudo."

En mí

"Piensas una cosa, deseas otra, amas otra, haces otra"

Inquietud delirante que mantiene mi cuerpo en vela,

como si un ciclo quisiera empezar y otro acabar,

resistiendo las embestidas del mar,

tormenta incesante que choca contra las rocas

moldeando lentamente mi cuerpo y mi alma.

Inmóvil, pero danzando en mi interior,

respuestas sin preguntas,

cúmulo de calles que llevan hacia ti.

Sueño imprudente, temerario...

atrapado en mi mente.

Sin olvido

No te había olvidado, simplemente no tocaba.
Encontrar un ratito para pasarlo a solas contigo,
abrir la mente con la llave que encontré en aquel sitio recóndito.

De aquí para allá, y pensando en ti,
en tus letras, en tu portada,
siempre en mi cabeza.

Aquí estoy plasmándote,
con el cuerpo separado de la mente,
pero siendo fuerte e inconsciente,
necesitando de unos segundos para que
mi cabeza absorba cada foto, cada suspiro.

No te había olvidado,
dormías en mi mente.

Sin más

A veces nos empeñamos en no querer ser conscientes de las situaciones,
pero finalmente llegas al punto en el que abres los ojos y te dices a ti misma:
"esto está sucediendo", ¿mejor o peor?, pero sí....sucediendo.

Cambiar un segundo de tu rutina,
un instante de tu mente para compartir ese trago dulce en el que encuentras una mirada.

Subir, bajar....serpentear,
cerrar los ojos, abrirlos...
pensar en blanco mientras pintas en negro...

Toda una gran montaña rusa
dónde siempre pasas por la misma curva(su sonrisa),
la misma altura, la misma bajada...
intentando ir tan rápido que la velocidad ignore tu mente...

Reduciendo esos factores a los mínimos,
sin por qués sin miedos...

Sólamente tú y yo en la cima de la montaña.